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Cuando la hembra está en celo comienza a lamer sus genitales, a darse baños de polvo y a entrar a la madriguera hasta altas horas de la noche. El macho, por su parte, lanza una especie de ladridos cada 3-15 segundos, en una obvia llamada de apareamiento. Los perros de las praderas copulan dentro de la madriguera. Al terminar, el macho pierde el interés en su compañera, pero esto no evita que inserte tapones en los genitales femeninos para evitar que otros machos se apareen con ella y disminuyan así sus posibilidades de ser el fecundador. Durante el embarazo y la lactancia, la hembra suele consumir nieve si está disponible, para acceder al agua. Si está lista para dar a luz entra a la madriguera y nacen de 1 a 8 perritos. Las crías nacen sin pelaje y con los ojos cerrados, pero son objeto de cuidados por parte de la madre, que los amamanta y protege en el hogar durante 6 semanas. A los 5 meses ya están listas para cuidar de sí mismas. (责任编辑:) |
